Por Miguel Angel Polanco
Se tiene la falsa creencia de que por el simple acto de formalizar una querella contra alguen por la supuesta comisión de un determinado delito, significa que el inculpado sea "autor real" del hecho que se le imputa.
Es injusto e innorante pensar de esa forma.
En nuestra sociedad, se tiene la mala costumbre de confunfirse las cosas. Y esto es peligroso.
Hay que diferenciar lo supuesto de lo verdadero. Y, en medio de éstos términos, la aplicación de la justicia no puede vulnerarse confundiento una cosa con otra.
Un individuo puede estar acusado mil vrces por diferentes hechos y es inocente hasta tanto lo encuentre "cumpable" el juez de un tribunal.
Entonces, aquí -a priori- se estigmatiza hasta de "delincuentes" a individuos, por una mera querella.
Estos son de los contrasentidos que convierten a esta sociedad en un escenario de pura mediocridad y contradicciones.
CONCLUSION: Como consecuencia de lo expuesto, nuestras cárceles están repletas de presos preventivos sin que intervenga una "justicia justa".
Por tanto, este alarmante "socio-drama" debe corregirse de forma "urgente", porque como dice el refrán: "A cualquiera se le muere un tío".
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